104 - Enero 2022

Este invierno es el mas frio de los últimos años en Israel; ha nevado en muchos lugares y los que pueden aprovechan para esquiar durante el fin de semana.
En algunas ciudades las escuelas comenzaron las clases mas tarde o no abrieron las puertas. El gobierno aconseja no salir de los hogares, si no es necesario.
Ha nevado estos días en el Norte. El viento frío penetra la ropa, congela las manos, sacude los árboles .
Un grupo de soldados sale de la base y baja la montaña de Sfat, para esperar el omnibus. Vuelven a casa por el fin de semanay el viaje es largo. Encorvados bajo las pesadas mochilas, se dejan caer en los asientos, amontonados para darse calor.
Una de las jaielet, soldadas, mi nieta Shiri, viste sólo el uniforme.. Habla poco y sus manos rosadas contrastan con la palidez de su cara.. Está temblando.Es un ovillo, apretada a su mochila
Una anciana pasa a su lado y la mira; le recuerda a su nieta, que hace poco terminó el servicio militar. Piensa en los fines de semana cuando volvía cansada, ansiosa del calor familiar y la sopa caliente, que le preparaba en los días frios.
Se acerca, y le dice con energía : »-Levántate !» Sorprendida, ella obedece, medio dormida. La abuela se saca la bufanda y le rodea el cuello; luego le calza su gorro y, antes que Shiri pueda reaccionar, se pierde entre la gente .
Buenas horas tenga sea esa abuela, con su gesto anónimo de gratitud y amor a nuestros soldados.