Los Feinber fueron fundadores de Tel Aviv, Rishon Letzion y Hedera. Tuvieron dos hijas y un hijo, Avshalom.
Avshalom nació en Hedera. Nadie creía que un niño tan menudo y débil pudiera sobrevivir en ese lugar, con malaria y otras enfermedades.
Pero, desde pequeño se destacó por su espiritu vivaz, con muchos amigos en la escuela para niños arabes , donde hablaba igual que ellos y se destacó en su grupo.
Como no había escuela secundaria en la región, su padre lo envió a la Alianza Israelita universal en Paris, donde a los 15 años terminó como maestro. Le gustó mucho Francia, su cultura y vida social, tenía mucho éxito por su presencia y simpatía.
Era un joven de un gran corazon, con mucho amor, según una de sus historiadoras, con «amor por su gente, su país, su familia, y tambien por las chicas y mujeres que conoció en su vida».
Escribía poesías y son famosas las cartas que enviaba a sus amigas. La de los 1000 Besos, inspiró la conocida canción Israelí, cantada por Yoram Gaon.
Volvió de Paris por su amor a Palestina, donde fundó con sus amigos, los hermanos Aronson, la red de espionaje Nili
Se necesitaba mucha fuerza y coraje para arrojar a los turcos de Palestina, y con ese objetivo,decidió ofrecer su servicio secreto a los británicos, enemigos de Turquía.
Aprovechó la llegada de un barco con refugiados, y dizfrazado de beduino, se trasladó al cuartel central inglés en Egipto. Cuando le preguntaron por el precio de sus servicios , dijo que su único interés era el bien de Israel.
Luego de un tiempo, la conección se cortó y Avshalom decidió atravesar el desierto a pie. Le comunicó a su padre, que se opuso firmemente, y tuvieron largas peleas.
Partieron con su amigo Lishansky y un guia beduíno, llevando una bolsa de dátiles, como alimento en la travesía.
En el camino, fueron emboscados por una docena de beduinos, y Avshalom recibió un disparo por la espalda. Así lo relató Lishanski, cuando regresó herido. Su cuerpo nunca fue encontrado.
En 1967, 50 años despues, Israel recuperó el Sinai en la guerra de los seis días. Un oficial Israelí conversando con amigos beduinos, escuchó hablar de » el árbol del judío». Había una tumba junto a una palmera, y sospechó que allí estuviera Avshalom Feiber.
Con la presencia de su hermana menor, excavaron y comprobaron que el esqueleto hallado era del espía israelí. De los dátiles en su bolsillo había nacido una palmera, como retribución a su amor a la naturaleza. Tenía sólo 27 años.
Fue recibido en el Monte Herzel, con grandes homenajes por el Ejército que él soñaba, cuando nadie lo creía posible.
No olvidemos a este joven héroe. Bendita sea su memoria